Casa Palmas, por Enrique Toussaint



Grandes maestros de la arquitectura afirman que la casa es el corolario de la arquitectura.

El hábitat no es un lugar como los otros, pues articula las diversas maneras de haber vivido, de vivir y de esperar vivir.

La casa como hogar y como intimidad tiene su origen en el interior; acogedora, reconocida, propia, íntima.






El concepto de una casa lo iniciamos entonces de dentro hacia fuera;

cuando vamos comprendiendo las necesidades físicas, sensibles, económicas y espirituales

que una determinada familia tiene de lo que será su hogar.




Los materiales, la relación con el exterior, la luz y el mobiliario,

se disponen para transformar el espacio vacío

en una atmósfera vital delimitada.




Vivencias y usos son la clave del mundo interior.

Por ejemplo, la terraza posee tanto cualidades propias de un espacio abierto

(con la apertura en horizontal de sus ventanales),

como en estancia protegida, cálida y silenciosa.




La arquitectura interior / exterior y el lugar, son concebidos como una unidad integral

donde podemos reconocer la tensión de tres conceptos fundantes:

la gravedad como la pertenencia de la casa a la tierra en el primer cuerpo,

la levedad que se abre a la luz y el horizonte en el segundo cuerpo,

y finalmente los espacios vitales que son las entrañas mismas de la arquitectura doméstica.





Fotografía y texto:
Arq. Enrique Toussaint