El Jardín japonés es un jardín para los iniciados.

En su sentido profundo, el jardín japonés representa una visión sintoísta del cosmos: se basa en la veneración de los kami o espíritus de la naturaleza. Algunos kami son locales y son conocidos como espíritus o genios de un lugar en particular, pero otros representan objetos naturales mayores y procesos, por ejemplo, Amaterasu, la diosa del Sol.

Existe también el jardín Zen que es un estilo de jardín japonés seco que consiste en un campo de arena poco profunda y que contiene grava, rocas y ocasionalmente hierba, musgo, pasto y otros elementos naturales. Son utilizados como forma de meditación por los monjes Zen japoneses.

El jardín japonés es un lugar de reflexión en donde el universo es uno y diverso, y en donde todo está conectado.

El Sakutei-Ki, un texto sintoísta de finales del siglo XI, contiene los principios básicos para construir un jardín. Todas las instrucciones están basadas en el principio del equilibrio inestable, siempre a punto de romperse. Representa el equilibrio entre el hombre, el cielo y la tierra.

Los principios son los siguientes:

1. Paisaje de la naturaleza viva: la montaña y el agua.
2. Cumplir los deseos de las rocas.
3. Asimetría, equilibrio asimétrico.
4. Soplo de sensibilidad del lugar, como el genuis loci latino, el genio del lugar.

Los jardines japoneses no son meras composiciones estéticas sino un ejercicio para desarrollar a la mente, sin embargo, debido a la gran sensibilidad de la cultura japonesa y al significado profundo que les da sentido, son de los jardines más bellos que se puedan encontrar.