Mario Cinquemani, una invitación al silencio



Mario Cinquemani es un ser introspectivo que vive y contempla en silencio; esto ha influenciado su trabajo sobre todo en los últimos años. Desde niño encontró su mundo en el dibujo y en la pintura, con una gran sensibilidad hacia las imágenes, los colores y la música.


Para él, la pintura representa una oportunidad de romper paradigmas y de crear un camino único, una búsqueda de sentido y de identidad. La considera una profesión que te abre la puerta a descubrirte a ti mismo, a conocerte a través de tu obra y a vivir en una interminable vulnerabilidad e incertidumbre.



Estás al filo de muchas cosas y te vuelves sensible, te conectas con tu esencia.”



Aquí es en donde Mario encuentra la libertad de ser y hacer; de crear una y otra vez para expresar su manera de ver las cosas, de entender la realidad y de contarnos lo que le preocupa. La pintura, es el medio que utiliza para proyectar hacia afuera lo que siente.


Es alguien que considera que el arte nos vuelve más observadores, nos sensibiliza, nos genera preguntas e invita a la reflexión y por lo tanto impacta la manera en que miramos y nos relacionamos con nuestro entorno.


“El arte impacta la manera en que habitamos los espacios desde una visión que engloba, que entrelaza las cosas y el contexto. Nos permite profundizar en el entendimiento de la realidad, de los objetos y lo que representan; una narrativa más allá de la bidimensionalidad.”





Mario Cinquemani nos invita al silencio, a lo real; es una persona que ha sido inspirada por la vida y por la obra de diversos artistas. Encuentra que la música de Jeff Buckley, Mark Lanegan, Diamanda Galas, Boards of Canada, Boren and der Club on Gore y Elizabeth Fraser influencia su estado de ánimo, y que el cine de directores como Tarkovsky, David Lynch, Ingmar Bergman, David Cronenberg y Roman Polanski, junto con la poesía de José Gorostiza, Jorge Cuesta, César Vallejo y Xavier Villaurrutia le generan imágenes que lo mueven a pintar.


Es un artista que comenzó haciendo copias de Velázquez, de Francis Bacon, de Picasso, e incluso atravesó una etapa con una gran influencia prerrafaelita; y cuyos maestros Carlos Vargas y José Fors dejaron una huella fuerte en su forma de entender el dibujo y la pintura. Ahora Mario se encuentra en búsqueda de un lenguaje propio en la mezcla de lo anterior.













“Me inspira todo absolutamente. 

Vivir, y también la obra de cineastas, poetas, músicos, pintores, escultores, la arquitectura…
Todo lo que lleve implícita una visión particular de algún creador
y que me permita ver la vida y el mundo con nuevos ojos desde otros contextos.”



En la escultura mira a Brancusi, a Miguel Ángel, a Bernini, a Giacometti y a Lynn Chadwick. Mientras que en la arquitectura encuentra inspiración en Tadao Ando, Luis Barragán, Peter Zumthor, Mies Van-Der Rohe y Le Corbusier.