En París en el barrio 16 se encuentra la Embajada de México, emblemático edificio art déco construido en 1927 que aún alberga las oficinas de México. Alberto J. Pani estuvo a cargo de la Legación de México en Francia de 1918 a 20 durante la presidencia de Venustiano Carranza, posteriormente, Alfonso Reyes de 1924 a 1927, año en el que volvió Pani bajo Plutarco Elías Calles. Ingeniero de formación, fue secretario de Relaciones Exteriores y de Hacienda, además de ser amante del arte y la cultura. Su hermano Arturo era el Cónsul en París en la misma época, ambos buscaron un lugar digno para establecer la sede de la diplomacia postrevolucionaria. En ese tiempo José Vasconcelos definía la importancia de difundir interna y externamente el acervo cultural de México y por ende las representaciones en el exterior debían tener un papel relevante y mostrar la importancia de la cultura. El objetivo era una residencia que fuera digna para el representante del gobierno de México además de un edificio para instalar las oficinas de los servicios diplomáticos y consulares. El barrio 16, al oeste de París, era el lugar idóneo donde se estaban estableciendo Embajadas de otros países.

Alberto J. Pani organizó la compra del Hotel de Luynes y de Chevreuse en diciembre de 1926 a la duquesa viuda. Ella y su marido lo habían comprado a principios del siglo XX. En 1924 murió el duque por lo que la duquesa lo vendió a México. Se trata de una casa construida en 1882  que contaba con un jardín, lugar destinado a construir la sede de las oficinas de la Embajada con una entrada independiente por la calle de atrás. La construcción fue encargada al Arq. francés André Durand quien la realizó entre julio de 1927 a enero de 1928.

Al término de la construcción y adaptación de la residencia, Alberto J. Pani escribió en 1928 un texto con el título: Los inmuebles del gobierno mexicano en París. En el texto hace una descripción de la residencia y de las oficinas que se construyeron durante el año 1927: “la decoración y el mobiliario de los dos inmuebles fueron concebidos y realizados de acuerdo con las tendencias de simplicidad y de utilidad de las artes decorativas modernas”. En 1925 entre abril y octubre había tenido lugar en París la exposición internacional de Artes decorativas con mucho éxito de donde surgió el término de art déco en la arquitectura y la decoración. Los hermanos Pani supervisaron la construcción así como la decoración del interior y el mobiliario introduciendo el nuevo estilo en la reciente representación de México en París.

El interior se concibió a partir de un vestíbulo circular donde están distribuidas las diferentes oficinas en cuatro pisos. En la fachada en ladrillos, se colocó un mosaico con el águila devorando la serpiente, símbolo de México. A más de 90 años de su construcción, la Embajada de México en París sigue siendo un ejemplo de la arquitectura art déco y continúa fungiendo como sede de la Embajada sin haber sufrido ninguna modificación. No muy lejos se encuentra el Teatro de Champs Elysées y el Palacio de Tokyo representativos del art déco construidos unos años después de la Embajada de México.